domingo, noviembre 19, 2006

Querido Diario:

Siempre he considerado que eso de escribir un diario es una solemne tonteria... pero... o escribo en algún lado o cometo dos asesinatos. Hace unas semanas descubrí que no soy del todo... mmm normal. Si aceptamos como "no del todo normal" el hecho de que sea una mujer lobo.
Sí, como suena.
El caso es que, entre todos los cambios que ha supuesto esa revelación, el peor, y más importante, tal vez sea el hecho de tener que formar una manada (sí, como suena) con otros tres chavales. Uno de ellos, Soren, sabe de que va todo esto... y es una buena persona, muy agradable, aunque a veces temo que se nos vaya a morir de un infarto.
Otro, David, no parece mal tipo... salvando el detalle de que sea un ex convicto y cada vez que se acerca más de la cuenta tenga que resistir el impetú de ver si mi cartera sigue en su sitio.
El problema es el tercero. Charles. Es lo más insoportable que me he echado a la cara... snob, malcriado, insoportable, bocazas. Hace unos días, creía que le mataba... en serio, es superior a mis fuerzas.

Por suerte, no todo es tan malo como parece... Hay gente en el túmulo (así se llama el lugar que hace de base para los hombres lobo de la zona) bastante agradable... una chica llamada Sidney, mi mentora, algunos de los ancianos... y, por desgracia, ya me he metido en lios. De hecho, una de las personas más poderosas del túmulo desea matarnos... supongo que eso significa que sigo siendo Caos, como decía mi padre cuando era pequeña. Bueno, parece que suena el telefono... tengo que dejarte, Querido diario... no sé si seguire escribiendo o no.

Rue.

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